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domingo, 18 de mayo de 2025

¡EMBUSTE!

La posverdad y las falsas narrativas son ya nuestro pan de cada día.  No es que estemos descubriendo el agua tibia, a fin de cuentas, la propaganda de todo tipo, desde comercial a política, es una vieja herramienta. Es la explosión de la información sin filtros por medio de redes amorales, combinada con la represión selectiva de la información por actores con poder, lo que hace que dudar de la fidelidad de cualquier información públicamente difundida sea un ejercicio mental saludable. 

En el mundo contemporáneo las consecuencias de las mentiras de gran envergadura son trágicas. En otros países se han propiciado guerras territoriales o de odios que nos recuerdan conflictos que pensábamos superados. Vemos narrativas utilizando la posverdad para dividir, atomizar y fracturar sociedades para lograr ventajas políticas o económicas del grupo promoviendo esas narrativas y lograr o mantenerse en el poder. En Venezuela, el uso de la posverdad nos ha llevado a la combinación de un estado de miseria con uno de represión sin paralelo en nuestra historia.

En nuestro país, la mentira utilizando la posverdad es un instrumento para mantenerse en el poder y reprimir la oposición. Nos dice Carlo Collodi que una vez que alguien dice una mentira, tiene que seguir mintiendo para no caer en contradicciones, llegando a decir tantas mentiras que su obvia desfachatez es igual a una enorme nariz que se agiganta con cada nueva mentira. El régimen criminal de Venezuela tiene una enorme nariz; o tal vez muchas. Como múltiples pólipos faciales desfigurados y crecientes dice mentiras para cada ocasión, desde el “dólar oficial” para crear ilusión de estabilidad y control (y oportunidades de corrupción), hasta fingir ignorancia en la desaparición de disidentes y opositores – y eventualmente imputar obvios cargos falsos de “odio”, “terrorismo”, “magnicidio”, etc. Por supuesto el mayor embuste, la nariz mas enorme, es la farsa electoral: su vanidoso intento por crear una ilusión de democracia.

Corea del Norte se autodenomina la “República Popular Democrática de Corea”. Este es un país en donde los años del calendario oficial se cuentan a partir de la ascensión al poder de la dinastía Kim, y su descendiente y líder actual usa veneno y perros para asesinar rivales, así sean familia. El servicio secreto represivo mas feroz y eficiente lo crearon los alemanes de la “República Democrática Alemana” (DDR) la Alemania Oriental de la Guerra Fría. La Stasi de la DDR entrenó al servicio secreto cubano, el infame G2, en sus tácticas represivas y de “contra-propaganda”, y a su vez el G2 ha infiltrado, entrenado y comanda las fuerzas de inteligencia represiva y desinformación en Venezuela.  El uso de la palabra democracia es común y frecuente entre dictadores de toda calaña, pretendiendo utilizar la falsa retórica para justificar su despotismo. Para poder usar esa palabra, recurren a la farsa electoral.

Las democracias se caracterizan por las rivalidades entre partidos que pretenden influenciar los destinos del país, y por instituciones estables que la protegen, incluyendo poderes y sistemas electorales responsables, transparentes e independientes. Todo se instrumenta para poder interpretar la voz y voluntad del soberano, los ciudadanos, bajo el marco de la constitución del país. La voz y voluntad del soberano es el fundamento de una democracia, y esta se manifiesta de diversas maneras, siendo la más visible el voto popular. Esa, sin embargo, no es la única y, por eso, una característica específica de las democracias es la libertad de expresión, instrumentada en la libertad de prensa, de asociación y de manifestación pacífica.  

Cuando el régimen pretende montar una farsa electoral para declararse democrático, mostrando descaradamente la enorme y fea nariz de su gran embuste, el deber democrático de todo ciudadano es rechazar esa farsa. Nos quedan las otras armas de la democracia, y en este momento la protesta pacífica y desobediencia civil debilitará aún más al régimen. La gran unidad opositora que le asestó un golpe mortal al régimen el 28 de julio, puede rematar la tarea este 25 de mayo. El gran ¡NO! al régimen el 25 de mayo es el complemento al gran ¡SÍ! a la democracia que manifestó el soberano el 28 de julio.

Ya la es hora de levantar la peor sanción que tiene nuestra nación: el régimen criminal que pretende aferrarse ilegítimamente al poder. Ya es la hora de reunificar la familia venezolana, desde los engañados hasta los emigrados, todos somos ciudadanos venezolanos que aspiramos a una patria noble, grande con futuro y libertad. Ya es ka hora de decirle al embuste el gran ¡NO! Venezuela ya votó, y esa es la verdad verdadera del 28 de julio y el gran embuste del 25 de mayo. 

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Carlos J. Rangel
twitter: @CarlosJRangel1
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